Nuevo intento de Artemis I, el primer paso para que una mujer pise la Luna

Misión Artemis I.
Misión Artemis I.
Henar de Pedro
Misión Artemis I.

Cuenta la mitología griega que, en los albores del planeta, la diosa Hera, encolerizada por la infidelidad de su esposo Zeus con Leto, intentó denodadamente impedir que esta última diera a luz a los hijos concebidos con el 'padre de los divinidades y de los hombres'. Todos sus intentos fueron en vano y acabó alumbrando a Artemisa y a su mellizo Apolo. Este, asociado a la luz del sol y a las artes, dio nombre a la primera misión tripulada a la Luna. Ahora su hermana, deidad de la caza, de los animales salvajes y de la virginidad, bautiza al programa que volverá a llevar al ser humano al satélite y permitirá que una mujer y una persona no blanca pongan el pie sobre su suelo por primera vez.

La misión lunar no tripulada Artemis I marca el inicio de la carrera para una futura colonización del satélite terrestre y la NASA intentará lanzarla este sábado desde Cabo Cañaveral (Florida, EE UU), después de que la agencia espacial estadounidense se viera obligada a suspender el del pasado lunes tras detectar un fallo en uno de los cuatro motores RS-25 del poderoso cohete SLS, que debe poner en órbita la nave Orión. 

El lanzamiento cuenta con una ventana de dos horas que se abre a las 14.17 locales (18:17 GMT) y, si por causas técnicas, meteorológicas u otras hubiera que volver a cancelar el despegue, el siguiente intento se llevaría a cabo el lunes 5 de septiembre. Partirá, así, una misión considerada histórica con una duración de en torno a seis semanas y con el objetivo de orbitar alrededor de la Luna como test de cara a vuelos posteriores

Uno de los objetivos de Artemis I es poner a prueba las capacidades del cohete SLS (Space Launch System), "el más potente del mundo" con sus 98 metros de altura, explica a 20minutos Daniel Marín, divulgador científico y colaborador de Naukas. Además, servirá para probar la nave Orión, ubicada en la cúspide del lanzador y con capacidad para cuatro personas, pero sin tripulación y sin soporte vital en esta ocasión. Así, la NASA podrá conocer el desempeño de ambos para futuras misiones.

¿Cómo se desarrollará la misión?

La previsión es que el SLS -que lleva en su base cuatro motores RS 25 y ha costado unos 4.100 millones de dólares- parta de Cabo Cañaveral este sábado con Orión integrada en su parte superior. Lo hará gracias a unos aceleradores de combustible sólidos parecidos a los del transbordador espacial, pero más grandes. Después, tras una serie de encendidos, se desprenderán del cohete una decena de satélites y la nave, que comenzará a orbitar en torno a la Luna.

La duración de la misión depende de la fecha de salida y será de aproximadamente seis semanas, apunta el responsable de guiado y control de Orión en Artemis I, Eduardo García Llama. Durante su vuelo, profundiza, la nave se aproximará a una distancia mínima de 62 millas (unos 100 kilómetros) y se distanciará a lo largo de su trayectoria hasta las 40.000 (unos 70.000 km).

Así, si el lanzamiento se efectúa este sábado y no hay imprevistos en la misión, Orión amerizará en el Océano Pacífico al oeste de San Diego (California) a mediados de octubre. La nave, la más rápida y poderosa de las construidas hasta ahora con su 39.428 km/h de velocidad punta, habrá recorrido más de dos millones de kilómetros cuando regrese a la Tierra.

¿Qué vendrá después de Artemis I?

Tras esta primera misión, las siguientes dentro del programa serán ya tripuladas. Artemis II, prevista para 2024, orbitará alrededor de la Luna en una trayectoria diferente a la nave que despega mañana y lo hará con cuatro astronautas a bordo, detalla Marín. Un año después, Artemis III partirá hacia el satélite terrestre, para aterrizar en su parte sur en uno de los trece puntos revelados por la NASA hace unos días y transportará al menos a una mujer.

"Artemis I es importante porque, si no va bien, el resto de las misiones tripuladas previstas -las primeras a la Luna desde 1972 con Apolo- no se podrán llevar a cabo o, por lo menos, sufrirán retrasos. Además, la NASA se ha gastado 93.000 millones de euros en este programa en unos diez años y quiere ver cómo culmina con éxito para no sentir que ha tirado todo ese dinero a la basura", relata el divulgador.

"Artemis I es importante porque, si no va bien, el resto de las misiones tripuladas previstas no se podrán llevar a cabo o, por lo menos, sufrirán retrasos"

Posteriormente, narra, Artemis IV contaría con una nueva versión del lanzador SLS y permitiría impulsar la construcción de la estación lunar Gateway sin necesidad de posarse sobre el satélite. A partir de entonces, en torno a 2027, la idea sería "enviar al espacio una misión Artemis tripulada cada año".

Todos estos avances en la exploración del satélite se producen con la vista puesta en Marte, que, según García Llama, es destino alcanzable. "Aunque se encuentra inconcebiblemente más lejos, es un objetivo real a mucho más largo plazo. Sin embargo, hay gran cantidad de cosas que tenemos que hacer antes. Artemis, como programa, es un paso intermedio y la Luna va a ser un inmejorable banco de pruebas", afirma.

¿Por qué no despegó el pasado lunes?

La expectación generada el pasado lunes por el lanzamiento de Artemis I, que congregó en la llamada 'costa del Espacio' a cientos de visitantes deseosos de contemplar la partida de la misión, se vio frustrada por un problema en una válvula defectuosa en uno de los motores. Esto obligó a reprogramar el despegue para este sábado y, si tampoco es posible llevarlo a cabo, se retrasará al día 5.

"En contra de lo que mucha gente cree, antes del despegue, hay que enfriar los motores porque van a estar sometidos a temperaturas muy altas y, si no, se derretirían literalmente. Lo que ocurrió el lunes fue que una válvula defectuosa no permitió llevar a cabo este proceso", explica Marín. No obstante, no se trata de "nada raro, comparado con lo que ocurría con el transbordador espacial", con unos aceleradores similares. "Un retraso no es nada", ahonda.

Con él coincide García Llama: "Hubo un problema en el acondicionamiento térmico de uno de los motores del cohete. Es habitual que se produzcan este tipo de incidencias y que haya que posponer los lanzamientos, especialmente en cohetes que se vuelan por primera vez. La gente me pregunta cómo me siento, pero realmente no esperábamos que fuera a salir. Si hubiera despegado, habría una inesperada sorpresa".

Mostrar comentarios

Códigos Descuento